Nuestros criterios se basan en la intervención científica, mediante intervenciones directas sobre la obra como conservación curativa y restauración estética y mediante intervenciones indirectas en la obra como la conservación preventiva.
Tenemos para ello muy en cuenta en cada obra su funcionalidad, valores artísticos, religiosos, icónicos, su historia, etcétera.
Escogemos los tratamientos menos dañinos para la integridad de la obra, usando para ello materiales reversibles, inocuos y estables siempre de muy buena calidad.
Hacemos reintegraciones de soporte y de policromía pero siempre de tal manera que se diferencia ópticamente lo añadido de lo original. Guiándonos para las reintegraciones y reconstrucciones de documentación fotográfica en lo posible y de estudios del autor de la obra y su estilo. No inventando nada, guiándonos siempre de previos estudios analíticos en toda actuación.
En el caso de los añadidos, los eliminamos siempre que estén dañando la integridad de la obra.
Por otro lado le damos mucha importancia a la documentación fotográfica y gráfica, la cual vamos realizando sobre todo aquello que se vaya interviniendo, sobre todo en las partes donde se reintegre o se reconstruya con fotografías de su estado antes, durante y después de la intervención para que en ningún momento se pueda incurrir en una falsificación.
Por último, una vez es intervenida la obra directamente, pasamos a su conservación mediante actuaciones de conservación preventiva necesarias que se deben de controlar constantemente tras la restauración. Pudiendo aconsejar a las personas que estén al cargo de la obra como deberán de cuidarla y mantenerla.
Funcionalidad, Valores artísticos, Religiosos, Icónicos, su Historia.